¿Qué te hace el alcohol?
El consumo excesivo de alcohol puede provocar problemas de salud graves (consulta a continuación una lista de los problemas más comunes), problemas mentales (depresión y psicosis), así como problemas sociales. Las dificultades en la escuela, el trabajo, la familia, los amigos y la ley son comunes entre las personas que beben.
Algunas formas en que el alcohol afecta tu salud física:
- Ojos: El uso prolongado y las altas dosis de alcohol pueden producir neuritis óptica y, en algunos casos, ceguera. Esto se debe a que la ingesta de alcohol causa deficiencia de vitamina B1 y zinc.
- Corazón: la miocardiopatía (inflamación del músculo cardíaco) es común en los consumidores de alcohol. Los síntomas incluyen dolor en el pecho, palpitaciones, tos, fatiga y dificultad para respirar. El alcohol también está relacionado con arritmias que, en casos más graves, conducen a un paro cardíaco.
- Colon/Intestino Grueso: El cáncer de colon o intestino grueso se ha relacionado con el consumo de cerveza; un estudio reciente indicó que beber solo dos vasos reduce o elimina cualquier efecto positivo de una dieta correcta.
- Intestino Delgado: Altas cantidades de alcohol pueden causar lesiones hemorrágicas en la pared del intestino delgado, afectando las contracciones del intestino, dando lugar a diarrea. Los efectos del alcohol en el intestino delgado desaparecen de 2 a 6 semanas después de la abstinencia de alcohol.
El uso crónico también puede provocar anomalías en la forma en que el cuerpo procesa los nutrientes. Los niveles bajos de hierro, zinc, vitamina E y algunas vitaminas B son comunes en personas que beben en exceso y se han asociado con algunos tipos de cáncer. En cuanto a los niveles de vitamina A, se cree que tiene propiedades protectoras contra algunos tipos de cáncer, pero se reducen en el hígado y el esófago de los bebedores.
- Vías respiratorias: los ronquidos son comunes después de beber alcohol. Esto se debe a los efectos relajantes del alcohol sobre los músculos faríngeos.
- Órganos sexuales: el alcohol provoca una división rápida de las células reproductivas y aumenta los niveles de acidez en estos tejidos, lo que puede afectar la fertilidad.
- Inmunidad: el alcohol se ha relacionado con la supresión del sistema inmunológico, lo que hace que el usuario crónico sea más susceptible a diversas enfermedades infecciosas y cáncer. El consumo también aumenta el riesgo de neumonía y tuberculosis.
- Boca: El consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de boca. Aproximadamente el 50% de los diagnósticos de cáncer de boca, faringe (amígdalas) y laringe están asociados con el consumo excesivo de alcohol. Si el individuo bebe y fuma, el riesgo de cáncer aumenta considerablemente.
- Hígado: el hígado es el encargado de eliminar el 95% del alcohol ingerido. Para las personas que consumen 5 bebidas alcohólicas por día, el riesgo de cirrosis hepática es 5 veces mayor que el de los no bebedores. Las mujeres tienen un riesgo aún mayor de cirrosis hepática en comparación con los hombres.